Este contenido forma parte de la Guía MacLucan sobre Tecnología para Comunicar Mejor
La Guía MacLucan sobre Tecnología para Comunicar Mejor es un recurso práctico y modular pensado para ayudar a organizaciones de todo tipo a entender y aplicar tecnologías digitales con intención y criterio estratégico. En este capítulo abordamos en profundidad la Inteligencia Artificial Generativa como una herramienta transformadora para los equipos de comunicación, contenidos y marketing.
¿Qué es la Inteligencia Artificial Generativa?
La inteligencia artificial generativa es una rama de la IA que permite crear contenidos nuevos a partir de una instrucción escrita, visual o de voz. A diferencia de la IA tradicional, que analiza datos para clasificarlos o predecir resultados, la IA generativa puede producir textos, imágenes, vídeos, audio o código sin intervención directa humana en la ejecución final.
Este tipo de tecnología se ha popularizado con herramientas como ChatGPT, Midjourney o Synthesia, que han demostrado cómo los algoritmos pueden asumir tareas creativas hasta ahora reservadas a profesionales humanos.
Aplicaciones de la IA Generativa en comunicación y marketing

Redacción de contenidos: blogs, notas de prensa y descripciones
La IA generativa puede redactar contenidos escritos de forma rápida y estructurada, permitiendo escalar la producción de entradas de blog, páginas web, notas de prensa o catálogos. Con los prompts adecuados, estos textos pueden ajustarse al tono institucional y a las necesidades de SEO.
Además, permite generar múltiples versiones de un mismo contenido para pruebas A/B o para adaptarse a distintos públicos. Siempre debe revisarse por un profesional, pero reduce considerablemente el tiempo de redacción.
Creación de imágenes, gráficos e ilustraciones con IA
Herramientas como Midjourney o DALL·E permiten crear imágenes desde cero a partir de descripciones textuales. Esto es útil para ilustrar artículos, diseñar campañas visuales o explorar conceptos creativos de forma ágil.
También se pueden generar variaciones de una imagen base, adaptar materiales a distintos formatos y enriquecer propuestas visuales sin necesidad de bancos de imágenes.

Generación de vídeos automatizados
Plataformas como Synthesia permiten crear vídeos a partir de texto, con presentadores digitales y escenarios virtuales. Esto reduce los costes de producción audiovisual y agiliza la creación de materiales formativos o promocionales.
También es útil para generar vídeos en varios idiomas, crear prototipos de campañas o mantener actualizados materiales con información sensible al tiempo.
Asistentes virtuales entrenados con IA generativa
Al integrar IA generativa en asistentes conversacionales, los chatbots pueden ofrecer respuestas más precisas, naturales y adaptadas al tono de la organización. Esto mejora la experiencia de usuario y permite resolver necesidades sin intervención humana directa.
También pueden usarse para crear asistentes internos que ayuden a los equipos de comunicación con tareas como la escritura, el resumen o la búsqueda documental.
Automatización de guiones, ideas creativas y formatos
Desde brainstormings automáticos hasta la generación de guiones para vídeos, newsletters o campañas, la IA generativa puede actuar como un copiloto creativo que ahorra tiempo y desbloquea ideas.
Su uso combinado con prompts estratégicos y plantillas predefinidas facilita la estandarización sin perder calidad.

Beneficios reales de usar IA generativa en comunicación
Escalabilidad sin perder calidad
La IA permite aumentar la producción de contenidos sin multiplicar los recursos humanos necesarios. Bien entrenada, genera textos coherentes y visuales atractivos sin sobrecargar al equipo.
Esto libera tiempo para tareas de mayor valor añadido, como la supervisión editorial, la estrategia de contenidos o el análisis de resultados.
Ahorro de tiempo en procesos repetitivos
Tareas como resumir informes, responder consultas frecuentes o adaptar textos a distintos formatos se pueden automatizar parcialmente con IA generativa.
Esto mejora la eficiencia operativa y acelera los flujos de trabajo en departamentos de comunicación, marketing o atención al cliente.
Mejora de la productividad del equipo
Al actuar como asistente creativo y operativo, la IA permite a los equipos centrarse en la toma de decisiones, la creatividad conceptual o la supervisión de calidad.
Esto también mejora la moral interna al reducir tareas monótonas y fomentar un entorno más estratégico.
Posibilidades creativas sin límite
La IA puede generar contenidos que una persona no habría imaginado, combinando estilos, conceptos o formatos con rapidez. Esto abre puertas a nuevas formas de contar y presentar.
También permite experimentar sin costes elevados y obtener inspiración inmediata para campañas, guiones o conceptos visuales.

IA generativa para trabajar mejor (y más humano)
La promesa de la inteligencia artificial no es sustituir a las personas. Es ayudarnos a pensar mejor, más rápido y más lejos. En vez de deshumanizar el trabajo creativo, bien usada, la IA generativa puede devolvernos justo lo contrario: tiempo, foco y profundidad. No se trata de delegar la creatividad, sino de ampliarla, como si sumáramos una segunda cabeza entrenada con millones de ejemplos. Una cabeza que nunca duerme, pero que necesita dirección.
Pensar con los pies fuera de la caja
En comunicación, lo difícil no es escribir, es saber qué decir. Y ahí la IA se convierte en una aliada valiosa para provocar ideas, sugerir ángulos que no habríamos explorado, conectar temas dispares o poner palabras a intuiciones que flotaban en el aire. En vez de funcionar como una máquina de repetición, ChatGPT o Claude (los modelos más conocidos) pueden ser usados como provocadores de pensamiento.
Como explicamos en el blog de Maclucan, la IA no es creativa per se, pero sí es capaz de mezclar referentes, plantear hipótesis o mostrar puntos de vista que no son evidentes a simple vista. Una especie de taller de escritura infinita, donde uno lanza una idea y recibe versiones, giros, estilos, analogías. ¿Te imaginas a Borges improvisando con Asimov? Pues algo así.
Vídeo sin rodajes eternos
La generación de vídeo con IA ha dejado de ser una promesa futurista. Herramientas como Runway, Pika o Synthesia permiten crear piezas en minutos que antes requerían semanas, equipos técnicos y presupuestos imposibles. Y no hablamos de vídeos fríos o impersonales. Hablamos de personalización, agilidad y coherencia narrativa.
Esto es especialmente potente en marketing: se pueden crear decenas de versiones de un mismo contenido adaptado a cada tipo de audiencia, con diferentes idiomas, estilos o enfoques, sin perder calidad. Y lo mejor: permite que las marcas cuenten más y mejor, sin depender de recursos que antes estaban solo al alcance de grandes agencias o multinacionales.
Historias con un conocimiento global
Uno de los superpoderes de la IA es su capacidad para sintetizar información de millones de fuentes. Es como tener una hemeroteca mundial con un motor de búsqueda que entiende el contexto. Cuando hablamos de storytelling, eso se traduce en profundidad, referencias cruzadas y perspectiva.
Las máquinas no tienen alma, pero pueden aportar datos, ejemplos, citas, narrativas históricas o referencias culturales que enriquecen cualquier contenido. Desde una campaña para una ONG hasta una historia de marca. En vez de empezar desde cero, podemos apoyarnos en lo que ya se ha dicho, en lo que funciona, y construir algo nuevo a partir de ahí. Más contexto, más capas, más matices.
Comunicar mejor no es solo cosa de máquinas
La IA no piensa por nosotros. Solo potencia lo que ya somos capaces de hacer. Ayuda a que las ideas fluyan, a que los mensajes lleguen con más claridad y a que el tiempo no se nos vaya en tareas mecánicas. Pero no sustituye ni al criterio, ni al instinto, ni a la mirada humana.
En comunicación, lo verdaderamente diferencial sigue siendo el pensamiento. La capacidad de interpretar, de conectar, de emocionar. Y eso sigue siendo terreno humano. La IA nos da herramientas, pero el sentido lo ponemos nosotros. Como decía Ortega y Gasset, la técnica no cambia al hombre, lo amplifica. Pues eso: que la IA no nos desplace, que nos haga más humanos.