Zero-Click Search: cómo adaptar el SEO al auge de las búsquedas sin clic en la era de la IA

Un Homer Simpson de plastilina avisa de que el fin del SEO está cerca
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Imagen de Gerardo Vial

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El concepto de Zero-Click search suena a distopía digital, pero ya es la nueva normalidad. El usuario escribe una pregunta, y la respuesta aparece directamente en la página de resultados: no entra en ninguna web, no pincha en ningún enlace. Simplemente obtiene lo que buscaba y se va. Google ha construido este escenario con herramientas como los fragmentos destacados (featured snippets), los paneles de conocimiento, los resultados locales y, ahora, las respuestas generadas por IA (AI Overviews). De hecho, me planteo seriamente si estoy perdiendo el tiempo mientras escribo este post. Pero… «Spoiler alert», todavía sigue mereciendo, y mucho, generar contenido de valor. Eso sí, ahora la métrica es el negocio generado por el SEO y el GEO.

Pero empecemos por el principio. Es verdad que el tráfico de las webs se hunde. Pero, ¿es algo malo? También es cierto que el 58,5 % de las búsquedas en Google terminan sin un solo clic, según el informe conjunto de SparkToro y SEO.com (2024). Es decir, más de la mitad de los usuarios encuentran lo que buscan sin salir del buscador. El clic, que durante años fue la métrica central de todo plan de marketing digital, se está diluyendo.

Y todavía peor. Por cada 1.000 búsquedas, solo 360 en EE. UU. y 374 en Europa acaban en lo que se conoce como la open web, según ese mismo estudio. En otras palabras: solo un tercio del tráfico llega realmente a los sitios web.

La tendencia, además, no se frena: se acelera. Según Search Engine Land, en marzo de 2025 el 27,2 % de las búsquedas estadounidenses terminaron sin clic, frente al 24,4 % del año anterior.

Y si miramos los nuevos formatos, el impacto es aún mayor: los AI Overviews —los resúmenes generativos que Google prueba en resultados informativos— provocan que hasta el 71,2 % de las búsquedas en medios de noticias acaben sin clic, según datos de Digiday y SimilarWeb.

¿Qué es Zero-Click Search? (definiciones claras)

Pero bueno, sigamos el criterio SEO y hagamos una definición de qué es Zero-Click Search que, como seguramente sabrás, son las búsquedas en las que el usuario encuentra la respuesta en la propia página de resultados (SERP) y termina su consulta sin visitar otros sitios.

Y como no nos interesa (¿o sí?) generar resultados Zero-Click Search definamos bien qué tipo de búsquedas son las que los generan.

Funciones comunes que provocan “no clic”

  • Fragmento destacado (featured snippet): bloque con una respuesta breve extraída de una fuente.
  • People Also Ask: desplegables con preguntas relacionadas y respuestas resumidas.
  • Panel de conocimiento, mapas y carruseles: módulos que resuelven parte (o toda) la intención.
  • Resúmenes generativos de IA (AI Overviews/SGE): síntesis que integran varias fuentes.

Resultado: menos clics disponibles, pero los clics que sí ocurren tienden a tener más intención. O sea, son conversiones reales de tu público objetivo.

Infografía que visualiza que el 58,6 % de las búsquedas no generan clic y solo un tercio del tráfico llega a la open web. Mapa de EE. UU. y Europa con datos de SparkToro.

Cómo afecta la IA de Google al SEO tradicional

Para el SEO, el mensaje es claro: ya no basta con posicionar en el top 3. Porque ese puesto privilegiado no garantiza clics si Google ya ha respondido directamente en el propio buscador. La consecuencia inmediata es la caída del CTR orgánico y la pérdida de visibilidad medible en Analytics o la herramienta que uses.

Pero, a estas alturas de partido, deberías saber que el tráfico no es la única forma de generar impacto. A medida que el clic se disuelve, gana protagonismo otro activo: la atención sin clic. Según un estudio de Bain & Dynata, el 80 % de los usuarios interactúa con resultados sin clic en al menos el 40 % de sus búsquedas. Y como resultado, el tráfico orgánico total se ha reducido entre un 15 % y un 25 % por el efecto directo de estos formatos en todas las webs de Internet.

Esto obliga a repensar los objetivos del SEO: ahora se trata de ser visibles en los espacios de confianza dentro de la SERP —fragmentos, preguntas relacionadas, paneles o resúmenes generativos— aunque no haya visita directa.

Es como con el comercio tradicional. Al principio bastaba con tener una tienda en la mejor zona de la milla de oro para asegurar que la gente entrara. Pero si tu producto y tu escaparate no están alineados con lo que busca y compra la gente de la zona más cara de la ciudad, la gente pasará por tu tienda, mirará y seguirá caminando. Ahora toca hacer que entren en tu web con impacto real.

¿Y cómo se ahce eso? La clave está en construir autoridad semántica. Si tu contenido sirve como fuente para las respuestas del buscador, sigues ganando impacto. No se mide en clics, pero se nota en la percepción de marca, en búsquedas posteriores y en la capacidad de ser citado en contextos de alta relevancia.

Cómo afecta al PPC y al modelo de conversión

Los que lo llevan un poco peor son los responsables de paid media de las empresas El pago por clic (PPC) vive una presión creciente. A medida que disminuyen los clics disponibles, las campañas sufren una doble tensión: hay menos impresiones efectivas y, al mismo tiempo, sube el coste por clic (CPC).

El CTR medio ronda el 3,52 %, según Sixth City Marketing, pero la competencia por ese pequeño porcentaje de clics que aún sobreviven se está encareciendo cada trimestre.

Además, el mercado no se detiene: en 2025, se estima que la inversión global en publicidad en buscadores alcanzará los 351.500 millones de dólares, según Mailmodo PPC Statistics 2025. En otras palabras: más marcas pujando por menos clics.

De nuevo, la solución pasa por hacer cambios estratégicos en vez de tácticos. Ahora toca pasar del volumen a la calidad del clic. Aquí es donde aparecen los llamados super clics.Es decir, cada interacción que sí ocurre representa a un usuario mucho más decidido, con intención de compra clara y contexto informativo ya cubierto por la IA del buscador. De nuevo, cuanto mejor conozcamos a nuestro user persona, mejor nos irá.

Por eso, el reto no está en recuperar el tráfico perdido. Está, más bien, en aumentar el valor de los clics que sí se producen. ¿Cómo? Con contenido más enfocado, campañas mejor segmentadas y una alineación total entre lo que el usuario busca, lo que lee… y lo que ve en tu anuncio.

Infografía que muestra el crecimiento de las búsquedas sin clic de 24,4 % en 2024 a 27,2 % en 2025 y el impacto de los AI Overviews en la caída del tráfico orgánico. Diseño de MacLucan en tonos negros y violetas.

El nuevo valor: visibilidad, autoridad y contexto

En este nuevo escenario, el valor no está solo en el clic, sino en la presencia significativa. Ser citado en una respuesta generativa de Google, aparecer como fuente en un panel informativo o figurar en una pregunta relacionada dentro de la SERP es ahora una forma legítima y poderosa de ganar atención.

Por eso, las estrategias de visibilidad se están desplazando desde el clásico “posiciona y espera el clic” a un modelo donde la autoridad contextual es la moneda de cambio.

El contenido que responde con precisión a preguntas específicas, que está redactado en lenguaje natural, estructurado semánticamente y que transmite experiencia y confianza, tiene más posibilidades de ser seleccionado por los algoritmos del buscador para aparecer destacado.

Ya no se trata de que entren a tu web, sino de que tu marca esté en el lugar donde el usuario toma decisiones. La visibilidad en la SERP se convierte en un nuevo tipo de impacto. Invisible para el píxel, pero muy real en la mente del consumidor.

Estrategias prácticas para 2026

¿Y ahora qué hacemos? Para competir en esta nueva economía del no-clic, hay que cambiar las herramientas y el enfoque. La primera gran palanca es trabajar con microtemas y clusters long-tail: contenido muy específico que resuelva preguntas concretas, en formatos útiles para la IA del buscador.

La segunda: romper los silos entre SEO, PPC y contenido. Todo debe alimentarse entre sí de forma estratégica. Lo que funciona en campañas de pago debe inspirar la creación de contenido orgánico, y viceversa.

También es clave aprovechar activos como extensiones, fragmentos enriquecidos y enlaces de sitio, que aumentan el espacio visible en las SERPs y captan atención aunque no se clique.

Además, conviene cambiar las métricas: medir atención, no solo CTR. Monitorizar presencia en snippets, aparición en AI Overviews, menciones como fuente, tiempo de exposición en resultados… Esas métricas todavía no están tan explotadas, pero son las que marcarán la diferencia en 2025.

La relevancia es el nuevo rey

El 2025 será recordado como el año en que el tráfico dejó de ser sinónimo de visibilidad. Y, paradójicamente, es una buena noticia: nos obliga a medir mejor, a crear con propósito y a diseñar experiencias que informen y convenzan desde el propio buscador.

El clic muere, pero la atención sigue viva. Y en ese nuevo tablero, la relevancia es el nuevo rey.

En MacLucan, ayudamos a las marcas a explorar, conectar y transformar su estrategia digital para este nuevo escenario.

Más que atraer clics, se trata de construir relevancia duradera en el lugar donde las decisiones empiezan: la SERP.

 

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