
Mala reputación online: ¿qué significan para tu negocio las críticas en Internet?
Una excelente reputación vale su peso en oro. La mayoría de las grandes empresas lo sabe y llevan años haciéndolo todo para ganarse la confianza

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ues no señores, hay un montón y muchas de ellas van como un tiro. Hay mucha vida social más allá de la red social de Mark Zukerberg y también hay mucho que hacer además de twittear enlaces.

Vale que estamos en crisis y hay que ahorrar y que no todo el mundo mandar un christmas por Navidad de los de antes o un regalo súper creativo o hacer una bonita campaña navideña, pero por favor, que la gente no sea cutre y deje de inundarnos la bandeja de entrada con auténtico spam. Es mejor tener un detalle con los más allegados, pero personal o darle una vuelta de rosca al coco y hacer algo original.

Me acabo de encontrar en el ordendor este trabajo que hice el año pasado en el máster. Es un pequeño reportaje que intenta vislumbrar el futuro de los periódicos tal y como los concemos ahora. ¿Nuestros hijos dejarán de leer en papel, o no dejaremos de usarlo nunca? Le he preguntado a varios periodistas y… todos tienen una idea similar.

Está claro que el que gasta dinero hoy en día en comunicarse con los demás es porque quiere, o porque la publicidad de Telefónica es demasiado persuasiva y no le permite a uno ponerse a buscar nuevos métodos de relacionarse con los demás.

Estamos a un paso de conseguir vivir en la web 3.0. Digo sin embargo porque cuando la 2.0 deje de existir, la red será semántica. Puf, creo que no lo estoy aclarando… A ver, cuando lleguemos a la 3.0 los buscadores aprenderán a relacionar contenidos unos con otros para facilitar su búsqueda en buscadores. Dicho de una forma más clara, Google asociará nuestro lenguaje a los buscadores y no al revés.

Hasta ahora pensaba que en los medios de comunicación había dos tipos de trabajadores: los que trabajan y los que no trabajan. Pero hoy he descubierto que dentro del primer grupo se puede hacer una nueva división: los que saben mucho de periodismo pero no tienen ni idea de gestión empresarial; y los intrusos (generalmente ingenieros y gente de ciencia) que no tienen ni idea de medios pero saben un rato sobre gestión. Aunque no son periodistas, son los que al final se acaban hacindo dueños o mandamases, es decir, usurpando el puesto que nos pertenecería por derecho a los ‘plumillas’ si tuviéramos más alturas de miras.
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