Una excelente reputación vale su peso en oro. La mayoría de las grandes empresas lo sabe y llevan años haciéndolo todo para ganarse la confianza del público y de los consumidores. Sin embargo, todo este trabajo ha tomado una nueva dimensión en la nueva era digital, y todo lo el trabajo de los últimos años puede irse al traste en pocos días si no se toman las medidas y la dirección adecuada.
Sólo hace falta una mala crítica para deshacerlo todo. La fuente del mal comentario es irrelevante. Puede ser de un cliente realmente infeliz, pero podría fácilmente provenir de la clase de cliente que siempre se queja por todo sin tener verdaderas razones. La mala crítica puede venir de un ex empleado descontento, o incluso de una estrategia de la competencia. La fuente es irrelevante, lo que importa es que la mala crítica surge en Internet y puede extenderse como la pólvora en pocas horas.
Por desgracia, el daño que una mala crítica pueda hacer es significativo y puede aparecer de muchas maneras. Y aunque todos los solemos ver como el principal motor que convierte a nuestros potenciales clientes en conversiones, los buscadores como Google, Yahoo y Bing pueden convertirse en los culpables del hundimiento de una buena reputación online .